lunes, 2 de mayo de 2011

Osama ha muerto: los texanos duermen tranquilos


El reciente asesinato del líder simbólico de Al Qaeda, y la discreción ante los medios con respecto al cadáver y a su difusión en los mismos, muestra una cara más amable y respetuosa encarnada por el presidente Obama -quien ante la posible reelección ha alimentado su popularidad- de parte del gobierno estadounidense a diferencia de la ejecución de Saddam Hussein a manos del mandato de George W. Bush. No haré de abogado del diablo y defenderé lo indefendible. Sin embargo, la etiqueta terrorista ha designado más una insostenible distancia moral, pero sobre todo a las ideas adversas, y no más cruentas que algunas empresas militares estadounidenses, a ciertas dinámicas de los países de economías dominantes en el mundo. De acuerdo a la misma lógica, ¿no debería morir de la misma manera Bush padre e hijo, o siguiendo la corrección política, al menos ser juzgados? Otrora amigos de la familia Bin Laden y del fallecido Osama. Protegidos por el manto lingüístico el de la "bondad" y la legitimación de la guerra en aras de la "democracia" los igualmente responsables de la muerte de inocentes, también de los niños y mujeres que le merecieran la impopularidad a quien se adjudicara los atentados del 11 de septiembre del año 2001, descansan tranquilos con las manos manchadas de petroleo, sangre y dinero en su residencia en Texas. Hoy los estadounidenses, me gustaría poder decir: sólo los republicanos,  celebran incontinentes por la felicidad que otorga la venganza, incapaces de la autocrítica que le correspondería a los actos tomados por su gobierno y la muerte de miles fuera de su territorio.

miércoles, 27 de abril de 2011

Harmony Korine en la cineteca

Fuente: Cineteca Nacional México


Trash Humpers

Trash Humpers
Dir: Harmony Korine.
País: Estados Unidos-Gran Bretaña-Francia
Año: 2009.
Guión: Harmony Korine.
Fotografía en C.: Harmony Korine.
Edición: Leo Scott.
Con: Harmony Korine (Hervé), Rachel Korine (mamá), Brian Kotzur (Buddy), Travis Nicholson (Travis), Chris Gantry (cantante).
Prod: Alcove Entertainment, O’ Salvation, Charles-Marie Anthonioz, Amina Dasmal, Robin Fox. .
Duración: 78 mins.
Dist: Interior 13 Cine.
Clasificación: B-15.


Filmada y montada en formato VHS, Trash Humpers tiene como protagonistas a un grupo de individuos arrugados y monstruosos que deambulan por los escenarios de la Norteamérica white trash haciendo apología de su condición de "fornicadores de basura". La película esboza una poética de la marginación que evoca el recuerdo de las madonnas y proxenetas del primer Pasolini, sus descampados y refugios sustituidos aquí por estacionamientos y bordes de carretera.

Tráiler:


Funciones:
Sala 3 , lunes 2 de mayo de 2011, 15:30,20:45 hrs.
Sala 3 , martes 3 de mayo de 2011, 11:00,18:00 hrs.
Sala 3 , miércoles 4 de mayo de 2011, 16:00,21:15 hrs.
Sala 3 , jueves 5 de mayo de 2011, 12:00,18:00 hrs.
Sala 3 , viernes 6 de mayo de 2011, 16:30,21:30 hrs.
Sala 3 , sábado 7 de mayo de 2011, 13:00,18:00 hrs.

jueves, 10 de marzo de 2011

Sobre la incongruencia de la esperanza o Extrañando a Jello Biafra


Hacer música panfletaria vende tanto que cualquiera se hace el working class hero y sale en MTV, ahí está Bono, ahí hay una montaña de hipócritas que encontraron una forma cómoda de lavar sus culpas de dinero y fama. Ni el rockero ni el futbolista trabajan, ese es el encanto, ese es el engaño… quizá el boxeador pero no el rockero estrella ni el delantero goleador, semidioses de nuestros rituales de manufactura china tan mal logrados como la misa de gallo o la primera comunión.



Ahí está Fat Mike quien no se ha convertido en más payaso a medida que ha perdido el sobrepeso que le daba sentido al mote (no es él, soy yo quien se ha vuelto un amargado). Su bien sabido fanatismo a la cocaina lo habrá adelgazado. Que no se me mal interprete, si el propio Fat Mike me invitara una raya la inhalaría con gusto y deseperación y hasta le robaría dos más del espejo. Si la culpa sacude, no queda más que delegar la responsabilidad a las políticas prohibicionistas gringas. Pero es que yo no escribí una canción que habla sobra la incapacidad de los gringos de ver más allá de ellos mismos. Esto lo escuché de una amiga, una gringa por cierto, quizá una de las personas más inteligentes que haya conocido: “Deberías de dejar la cocaína, como un acto pólitico…”, decía. Y esque el famélico Miguel ha dejado de oler el rastro de sangre tan próximo a sus narices adormiladas, sin darse cuenta del cementerio que se esconde bajo la frontera de su país. Parece que en tiempos de Obama, una vez que los rancheros dejaron de ser el enemigo, se pueden soltar las riendas y dejar que las canciones anti-bush no sean sino fotografías en el cuadro de honor del falso compromiso político. No clamo por santos, y sin embargo mi ingenuidad me traiciona de nuevo… Me arrepiento de estas líneas (no de las otras)… ¿Cómo creer que una palabra como la congruencia reviste algún significado? Ya me recuerdo a mí mismo emborrachándome y diciendo ante las miradas de mis amigos, para quedar bien, que uno es capaz de vislumbrar el halo de un gran espíritu cuando atestiguamos como pensamientos y palabras -sin importar la distancia de éstas con las nuestras- aterrizan en acciones. Como si olvidara que pensar es más fácil que hacer y entonces pretendo actuar sin haber pensado, prefiero refugiarme en un vacío innato, artificial, ingenuo otra vez. La lobotomía adolescente también libra de culpas, como si ignorando a los murmullos los ahuyentara de mi cabeza; voces que se opacan como farolas viejas a la distancia y además en sentido opuesto al camino por el que siempre decido andar. Pero ahí siguen a pesar de mi empeño por transformarlas en las saladas lágrimas de un pez en mar abierto*. Aún así, extraño a Jello Biafra.

lunes, 7 de febrero de 2011

Palomas (o jaikus desde Puebla)


Las palomas, absurdas,
intempestivas,
acuchillan al viento.

Entre azoteas, 
vuelan porque sí,
picotean el veneno.

Sobre mí, envidio
el vuelo, a mis pies
golpeo los cadáveres.


miércoles, 26 de enero de 2011

Jaikus del fin de semana (o jaikus desde Xicalco)

La oveja defiende
la ubre materna;
entre el polvo: un condón.

Anciana  perra; 
se estrella contra los muebles.
se ausenta de la voz del amo.

Ante el lago de cemento,
dos espejos rotos:
¡sólo escucho al viento!

Busco el cerro de mi infancia,
en la noche, las estrellas,
rompen su opacidad.


La boca seca,
de cansancio, de cannabis:
¡Ahhhh, un trago de cerveza!

martes, 25 de enero de 2011

Jaikus del verano pasado

Huele-de-noche/Dama-de-Noche (Night-Blooming Jessamine)


Los caracoles penden/
bajo la lluvia, bajo las hojas/
como diminutas peras.
El árbol, se agota/
extático/
la lluvia lo recuesta.
La lluvia seduce sus ramas/
mientras se tumban/
los caracoles se quiebran. 

Cuando corto sus ramas,
entre sangre y agua/
noto el nido vacío.

Poesía pura

viernes, 21 de enero de 2011

Social Distortion: Hard Times and Nursery Rhymes



A  casi siete años de su último disco de estudio (Sex,  Love and Rock ’n’ Roll, 2004), dedicado a la memoria del  guitarrista y miembro fundador  Dennis Danell quien falleciera en el año 2000, Social Distortion –la banda de Punk-Rock originaria de Orange County, California –lanza su séptimo  álbum Hard Times and Nursery Rhymes (2011), bajo el legendario sello discográfico fundado por Brett Guerewitz, guitarrista de Bad Religión: Epitaph.  Tras algunos reajustes –la salida del John Maurer, quien formara parte de la banda desde 1984, y la del baterista Charlie Quintana,  –la alineación que acompaña al gansteril guitarrista y cantante Mike Ness, se compone de algunos nuevos integrantes. Si bien éste es el segundo disco que el ya no tan joven guitarrista Johnny “2 Baggs”  Wickkersham graba con la banda, sí es el primero en el que el bajista Brent Harding entra al estudio para grabar más de un tema, como lo había hecho con anterioridad en el  disco de grandes éxitos en el 2007, donde participó en la única canción inédita del álbum: “Far Behind” y el cover de Chuck Berry "Maybellene" .  Por su parte el baterista David Hidalgo Jr., otrora miembro de los también legendarios Suicidal Tendencies y heredero musical del guitarrista y cantante de Los Lobos, Daniel Hidalgo Padre (puro grande chingá), pone un aparente punto final a la serie de sucesiones que se han dado en la banda, para regresar a la carretera y tocar en vivo, sin duda, lo que mejor sabe hacer la agrupación y lo que  les ha dado un ejercito callejero de fieles seguidores que agotan fechas a cada visita a su ciudad, en recintos tan íntimos como los House of Blues en los Estados Unidos o escenarios más grandes en el resto del mundo.



Ante un primer acercamiento, Desde "Road Zombie" –una canción instrumental que ya habían presentado en conciertos durante la década pasada,  y que delata el poder de golpeo de las guitarras del la banda,  uno de sus mejores recursos –, el escucha  parece enfrentarse  a una serie de clásicos instantáneos  que se suceden con la impecable marcha de las letras que han curado el rencor de antaño. El gemir de las guitarras que resisten el peso ineludible del tiempo con la sabiduría que ha devenido en nostalgia y en momentos alegría se acompañan de la voz impecable de Mike Ness, y el tono en general del álbum que corta el aire y desquicia toda noción de tiempo. De los tintes de blues que poseen canciones como “California (Hustle and Flow)”, “Bakersfield”, pasando por sonidos de un rock and roll más puro como la pista  “Can´t Take It With You”, con coros cercanos al góspel, hasta “Writing on the Wall” y el gran cover de  Hank Williams –que ya habían grabado con un sonido bucólico y propio al tema original –“Alone and Forsaken” con el que la banda le rinde tributo al los himnos folk, el sonido sureño del que Mike Ness ha explorado ha echado mano con sin compasión y virtuosismo en sus discos de solista. Por otra parte, temas como “Gimme the Sweet and Lowdown”, “First Side Nowhere”,  “Machine Gun Blues” –canción que por el reastallido de la música y la voz de Ness, a ratos consigue recordar el cover de los Rolling Stones que la banda californiana ha tocado desde sus inicios: “Under my Thumb” y la siempre presente influencia de The Clash –Social Distortion elabora un metadiscurso de su propio sonido para amalgamar el toque estilístico de álbumes como Somewhere Between heaven and Hell, Whithe Light, Whithe heat, White Trash, hasta los antaños  Prison Bound y Mommy’s Little Monster.

Así, ante una experiencia más atenta del disco uno termina por comprender que los temas no poseen en sí mismos  la cualidad de ser clásicos instantáneos, sino que que es la solidificación de un estilo propio, capaz de pelear a doce asaltos sin perder la peligrosidad de noquear en cualquier instante, como un boxeador que sale al ring, bien fajado, con pantaloncillos aleopardados más cortos que el de sus oponentes  a intercambiar golpes como pugilista anácrónico, pero con la ejecución impecable de una táctica sólo pensada en los libros de historia y no la nueva posibilidad de un sonido hurtado y reinventado.  El punzante filtro estético que Social Distortion infringe a sus seguidores deja a ratos el sabor  a mesura e intensidad que  posee la melancólica pintura costumbrista de Edward Hopper o el realismo vehemente del otro pintor estadounidense George Wesley Bellows. Con la añoranza a otra época los fanáticos crecen con el sonido de Social Distortion y descomponen un mundo que tiende a la homogeneidad de la cultura. Iggy Pop decía que de su país extrañaba  ese eclecticismo de antaño, en el que uno podía disfrutar de un plato de comida haitiana dentro de una casa tradicional, mientras bebía burbon y se preparaba para ir al bar a escuchar rock and roll.
 


lunes, 17 de enero de 2011

Sábado en el museo Memoria y tolerancia





Alemania, 1942-1944.











Genocidio armenio, Constantinopla -1915,  (actual Estambul, Turquía).







Srebrenica, Bosnia, 1995








Guatemala, década de los 80's







Ruanda, 1994.



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Camboya, década de los 70's.


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African Union troops on patrol in Darfur.



Darfur, Sudán (en la actualidad)

viernes, 14 de enero de 2011

Escritura terminal

Si la escritura como necesidad es en sí misma una maldición, no hay nada peor que justificar su existencia, como quien se aferra a la locomotora del sentido, y prefiere recostar los durmientes y construir el entramado de las vías, sin atreverse a dar el salto a la plenitud de la experiencia: ahí donde el orden llegará tarde a husmear entre las ropas rotas y botellas vacías… Yo de todas formas permanezco abordo sin poder aventurarme en el lugar en el que quiero estar, aún cuando el tren ha dejado de andar y toda posibilidad ha perecido. Ahora el único paso que puedo pretender es el del aterrizaje en una estación gris y estática. Después, compro un café en una máquina despachadora y decido olvidar los motivos de mi desequilibrio y con ello, ignorar la angustia y cobijar la perturbación con la mezquina cobardía.
     En el abrigo, conservo -por si las moscas -un boleto de vuelta y entre los dedos lo asfixio con fuerza, esperanzado en mañana poder soltar la mano del barandal en algún lugar que se asemeje al que hoy dejé ir.